“¿Que podía hacer? Mandar palabras de aliento sin una acción real de solidaridad nunca ha sido mi estilo ¿que importancia puede tener un comunicado cuando carece de lo más importante? (…) ¿que vamos a hacer compañerxs mixs? ¿esperaremos que la situación no de para más? ¿por que pensamos que una situación así puede dar para más? ¿vamos a reaccionar sólo cuando los compañeros estén en riesgo vital porque uno simplemente no es tán importante o puede esperar? ¿desde cuando una huelga de hambre en prision puede esperar?.
Hagamos que los compañeros sientan nuestro cariño, respeto, amor y solidaridad con todo nuestro arrojo; que estos días sirvan para que los compañeros recarguen su moral, que sientan que no está solos, que cuando les gritemos “¡FUERZA COMPAÑEROS!” no sean palabras vacías.”
La noticia corrió rápido y (como siempre ha tenido que ser) el aislamiento no fue un problema. Un llamamiento de solidaridad directa con 3 prisioneros políticos, los imputados del caso security.
Ante la noticia de que los compañeros además se encontraban en huelga de hambre mi respuesta ante dicha situación fue inmediata; “yo también me voy a huelga”, con asombro y preocupación lxs compañerxs que me informaban de la situación me advertirían que no fuera tan loquito, que pensara bien las cosas, con más calma, acaso ¿estaba preparado para una huelga de hambre?, en mis condiciones una medida de esa naturaleza podría ser letal, porque podría perder todo lo que he ganado en cuanto a mi salud, y es verdad…
¿Que podía hacer? Mandar palabras de aliento sin una acción real de solidaridad nunca ha sido mi estilo ¿que importancia puede tener un comunicado cuando carece de lo más importante? Y aquí quiero ser enfatico, lo más importante es demostrarle a los compañeros que estamos con ellos, que cuando ellos pasan hambre dentro de la prisión repercute en nuestras vidas, en esta realidad, en esta falsa paz social, en nuestro cotidiano vivir y en su maldita normalidad burguesa que los tiene prisioneros, y que eso no puede pasar desapercibido, porque para los compañeros nada de esto pasa por alto, ni la prisión, ni el hambre, ni el modulo de alta seguridad, ni el aislamiento, ni el hambre, ni las torutras cotidianas de parte de sus verdugos, ni el hambre, ni los malos tratos, ni el hambre, ni la vigilancia extrema, ni el hostigamiento, ni el hambre, ni la humedad de esos oscuros pasillos, ni la violencia, ni el hambre, ni la falta de privacidad, ni los grilletes, ni el hambre, ni los allanamientos, ni las amenazas, ni el hambre, ni la mugre, ni la crueldad, ni el hambre, ni la persecución, ni la mierda, ni el hambre, ni el hambre, ni el hambre, ni el hambre…
Entonces, ¿que vamos a hacer compañerxs mixs? ¿esperaremos que la situación no de para más? ¿por que pensamos que una situación así puede dar para más? ¿vamos a reaccionar sólo cuando los compañeros estén en riesgo vital porque uno simplemente no es tán importante o puede esperar? ¿desde cuando una huelga de hambre en prision puede esperar?. Independiente de que sepamos cuando finalizará y que dentro de nuestras cuadraditas cabezas saquemos las cuentas para autoengañarnos sabiendo que los compañeros no morirán de hambre en esta ocasión y que por lo tanto no tiene por que ser una prioridad, hay algo que se llama hermandad que la palabra compañero no suene tan vacía como muchas ocasiones sucede. Lo sabemos bien, primero las vacaciones, la playa, la familia, lxs amigxs, el carrete ¿te sobro tiempo? Entonces voy a la marcha que organizaron por los compañeros ¡NO! Esa no es la guerra social de la que yo hablo, la guerra social de la que yo hablo no está presente una vez a la semana en un calendario o en una agenda, porque que pasaría si por ejemplo la gente que anda cladestina tomará esa actitud? Seguro lxs hubiesen atrapadxs hace bastante rato ya, o ¿sí las personas que asisten a los compañerxs dentro de la prisión optará por posiciones similares? Seguro que en tal caso muchxs escogerían la muerte. Porque este tipo de conciencia mediocre, no es nada mas ni nada menos, que una moda rebelde que pasará, que será transitoria, la guerra social de la que hablo yo, esta presente las 24 horas del día los 7 días de la semana, sin vacaciones, sin tregua, sin paradas para recuperar energias y los compañeros hoy en huelga de hambre, forman parte de ese reducido puñado de personas que asumen las consecuencias de la guerra social en forma cotidiana ¿es necesario repetirlo?
Por lo tanto, debemos saber estar a la altura de las circunstancias, y en lo personal me avergonzaría de mirar a la cara a lxs compañerxs que decidieron complicar sus vidas hasta el punto de no tener retorno a la “vida normal” que ofrece esta realidad y que afilaron su discurso y praxis bajo los mismos miramientos que yo.
Por mi lado desde el día de hoy, martes 21 de febrero del presente y a un año de iniciada la movilización de lxs compañerxs del montaje caso bombas con carácter de huelga de hambre, dejare de ingerir 1 de los 3 alimentos diarios, optando por comer el almuerzo y la cena, privándome del desayuno hasta que termine la movilización. Se que los ayunos solidarios no son en absoluto una acción espectacular, pero deseo expresar que de casi las 20 horas que paso sin comer, desde la cena (17:00 hrs) hasta el almuerzo del otro día (12:00hrs.) los compañeros en huelga de hambre están conmigo y yo con ellos. Al Freddy lo invito a que nos juntemos en alguna actividad que se realice esta semana, al Marcelo le canto desde un centro de exterminio y aislamiento y al Juan le mando un abrazo de esos apretados que me mandaba desde su imposibilidad física propia de la cárcel. También quiero que sepan lo fácil que sería para mí no dejar de comer, escudándome en mi delicada salud, excusas siempre sobran, pero quiero que esto sea un tirón de orejas a todxs lxs combatientes, si yo que me encuentro en una situación realmente extrema soy capaz de solidarizar de alguna forma, lxs compañerxs del otro lado del muro no tienen ningún tipo de justificación para no dejar hasta la última gota en la calle.
Hagamos que los compañeros sientan nuestro cariño, respeto, amor y solidaridad con todo nuestro arrojo; que estos días sirvan para que los compañeros recarguen su moral, que sientan que no está solos, que cuando les gritemos “¡FUERZA COMPAÑEROS!” no sean palabras vacías.
¡¡HAGAMOS BRILLAS LAS ESTRELLAS CON NUESTRA SOLIDARIDAD!!
¡¡HABLEMOS EL MISMO IDIOMA!!
¡¡GUERRA SOCIAL!!
Luciano Pitronello Sch.
Preso Político Insurrecionalista.